Resulta un tanto extraño que Poncio Pilato enviara una cohorte para arrestar a un solo hombre, Jesús; y que todos sus discípulos huyeran.

Pero más inverosímil resulta que los dos crucificados con Jesús nada tuvieran que ver con él.

Incluso los evangelistas no se ponen de acuerdo al hablar de estos crucificados.

Los historiadores comentan que Roma no acostumbraba a crucificar a “ladrones”, aunque en alguna ocasión podía haberlo hecho.

Resulta bastante verosímil que aquellos “ladrones” fueran discípulos de Jesús, y que hubiesen sido apresados con él.

El afán de los evangelistas por eliminar de Jesús cualquier intención política, les pudo llevar ocultar cualquier relación entre aquellos tres crucificados.

No es creíble que aquella noche, solamente fuera apresado Jesús.