Cita Iniciado por tomas0402 Ver Mensaje
La realidad de la historia de Jesús es que no le entregaron los sacerdotes a Pilato. Fue Pilato, como representante del Imperio Romano, el que ordenó arrestar a Jesús.

El Imperio Romano tenía sus leyes, que las hizo cumplir en aquellos territorios que estaban bajo su poder.

Antes que a Jesús crucificó a otros, y también después que a Jesús.

Al final, terminó por arrasar a un pueblo (el pueblo judío), que se creyó superior al resto de pueblos, conducido por la fantasía que un dios (Jehová) iba al frente de sus ejércitos.
Cita Iniciado por ELB Ver Mensaje
Tu version de la Historia.

La version Biblica :

Si la intencion de Pilato apoyara tu version, no hubiese dado la oportunidad de su liberacion..

Mateo
17 Reunidos, pues, ellos, les dijo Pilato: ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?

Tampoco tiene sentido que preguntase sobre el destino de Jesus..

22 Pilato les dijo: ¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo? Todos le dijeron: !!Sea crucificado!

Pues no lo encontro culpable..

23 Y el gobernador les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aún más, diciendo: !!Sea crucificado!


y muchos menos se hubiera lavado las manos si su plan fuera arrestarlo para matarlo.
24 Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros.


La fama de Pilato lo respaldaba, pero ya sabemos lo persuasiva que puede ser una mujer.

19
Y estando él sentado en el tribunal, su mujer le mandó aviso, diciendo: No tengas nada que ver con ese justo, porque hoy he sufrido mucho en sueños por causa de El.

Note que su mujer le llama en v19 ese justo, y el mismo le llama asi en el V24, este justo.
Dicen los evangelios que Jesús estuvo tres años predicando.

Que en el transcurso de esos tres años realizó innumerables curaciones, exorcismos y milagros.

También dicen los evangelios que resucitó a tres muertos.

El pueblo estaba con él. En la víspera de la última Pascua, entró en Jerusalén entre vítores y gritos de Rey de los judíos.

“¡Suelta a Barrabás!”. “¡Que su sangre caiga sobre nosotros!”.

¿Cómo es esto? ¿Qué me he perdido? ¿Cómo un pueblo, que seguramente no habría una familia a la que Jesús no le hubiera sanado a algún enfermo, pida la muerte de su sanador?

Esto es posible si los evangelios están “inflados”. Esto es, han vendido una imagen de Jesús idealizada, que se desvaneció cuando condenaron a Jesús.

La verdadera historia de Jesús no se encuentra en los evangelios.


Y algún día saldrá a la luz.