En este asunto de ‘creer en el Señor Jesucristo’,
¿bastaba tan solo con que este hombre dijera sinceramente que había creído?
Pablo mostró que se requería más que eso;
a saber, tener conocimiento y aceptar la Palabra de Dios, así como Pablo y Silas pasaron a predicarla al carcelero.
¿Sería genuina la creencia de alguien en Jesús si no adorara al Dios a quien Jesús adoró,
si dicha persona no pusiera en práctica lo que Jesús enseñó en cuanto a la clase de personas
que sus discípulos deberían ser, o si no hiciera la obra que Jesús mandó que hicieran sus seguidores?
No podemos ganarnos la salvación;
solo es posible obtenerla sobre la base de la fe en el valor del sacrificio de la vida humana de Jesús.
Pero tenemos que vivir en conformidad con la fe que profesamos,
aunque el hacerlo incluya el pasar por dificultades.
En Mateo 10:22 Jesús dijo: “El que persevere hasta el fin, éste será salvo”
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)