Cuando corriges a alguien, es para que siga viviendo de forma correcta.
Dios asesinó a ambos. Eso es ajusticiamiento, no corrección.
Dios que es Jesucristo conoce los corazones de todo el mundo, y si Safira y Ananías terminaron así, tú no eres quien para cambiar según mente de nuez lo que está escrito.