Los misericordiosos mandamientos de Jesucristo, muy pocos los quieren guardar con amor, porque mandan NO MATARÁS y tener misericordia con todos... Prefieren a ""Pablo"" que justifica la esclavitud y la Ley de la espada...
Enterate Misericordia, enterate:
2El mismo es la propiciación por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.
propiciación Del lat. propitiatio, -?nis.
1. f. Rel. Acción agradable a Dios con que se le mueve a piedad y misericordia.
2. f. Rel. Sacrificio que se ofrecía en la ley antigua para aplacar la justicia divina y tener a Dios propicio.
Job 19:25-27
"Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios
Al cual veré por mí mismo,Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí. "
Perdóname, Roberto. Pero tienes una idea fija en tu subconsciente: “Los ricos”.
Hasta en la condena de Jesús buscas la influencia de los ricos.
Empecemos a anotar: Zebedeo; José de Arimatea; Lázaro; sus hermanas; el que le resucitó Jesús a su hija, que era del Sanedrín; el que ayudó a José de Arimatea a sepultar a Jesús.
¿Todos esos mataron a Jesús?
Se te ve por debajo de la puerta la patita de comunista irredento.
La Verdad nos hará libres.
Los misericordiosos mandamientos de Jesucristo, muy pocos los quieren guardar con amor, porque mandan NO MATARÁS y tener misericordia con todos... Prefieren a ""Pablo"" que justifica la esclavitud y la Ley de la espada...
Job 19:25-27
"Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios
Al cual veré por mí mismo,Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí. "
Y tú debes aprender de una vez por todas que lo que acabas de decir es una burrada como un templo.
Jesucristo ni manda ni quiere sacrificios, manda misericordia. Y esa es una de las enseñanzas del Evangelio.
Jesucristo no nos predicó el viejo testamento ni nos mandó predicar el viejo testamento. Jesucristo predicó el Evangelio y mandó que se predicara el Evangelio:
"Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado". (Marcos 16,15-16).