Cita Iniciado por doonga Ver Mensaje


Efectivamente, pero no necesariamente tu dolor era de origen histérico.
Recuerda que muchos pacientes han sanado de sus enfermedades cuando se les ha administrado medicamentos "placebo", que corresponden a píldoras o inyecciones sin fármacos.
Esos pacientes se convencieron que fueron sanados por la medicina (que no les fue administrada).

Tú estás convencido que fue Dios. No hay diferencia entre ambas situaciones.
Cuando respondí al comentario anterior me tomé un tiempo y no me fijé en que habías editado ésta parte.

Respondo:

Como mencioné, no soy una persona con estudios en salud mental. Pero puedo decir que he escuchado sobre lo que mencionas "efecto placebo", y, con la facilidad que permiten las búsquedas, me puedo informar un poco mejor (sin llegar a pensar que por ello soy un experto en el tema).

Comparto 3 datos sobre el efecto placebo:

1. La mayoría no lo percibe.

2. De la información que he leído llego a la conclusión de que al parecer no son sanados por el efecto placebo, sino que experimentan un alivio o mejoría.

3. Suelen volverse dependientes del placebo para sentir alivio de sus padecimientos.

Si comparo los puntos 2 y 3 con mi caso, puedo decir que:

2. Yo fui sanado, no fue un alivio, no fue que el dolor fue más leve, y que continuó siendo leve días después, o volvió después de un tiempo. El dolor se fue por completo en el acto (no sabría decir si mientras oraba o justo después de que terminé).

3. Como mencioné antes, en el artículo de inicio del tema, yo me comporte locamente y seguí practicando el pecado consciente de que era pecado poco después de aquel milagro. Incluso, prácticamente no oraba. Aún así, pasaron varios meses y el dolor no volvió (ahora, después de varios meses sí estoy orando).

Lo que menciono en el punto 3 quisiera ampliarlo más adelante, en éste mismo tema o en otro, si Dios quiere. Pero ahora quiero enfocarme en esto.

Yo asistí a una iglesia de porte pentecostal, veía programación evangélica, escuchaba predicadores, antes fui católico y mucha gente de mi entorno lo es. Lo que quiero decir es que la gente habla de milagros. Pero comparemos mi testimonio con lo que comúnmente se escucha:

Mi testimonio cristiano comparado con otros testimonios:

En muchos casos no son sanados, solo se alivian. Fui sanado por Dios.
Requieren de tratamientos médicos específicos para su enfermedad, de lo contrario no mejoran A mi no me pudieron diagnosticar de forma efectiva, y ningún tratamiento me sanó.
Hacen largas oraciones y su condición no mejora sino luego de unos días bajo tratamiento (medicándose o parecido). Yo oré, con fe, al Dios verdadero, y prácticamente en el acto quedé sanó.