Cuando leemos el Evangelio, no resulta muy acertado fijarnos en lo que dijo Jesús acerca de aquellos entre los que no nos encontramos. Busquemos qué es lo que dijo con respecto a nosotros, no vaya a ser que, preocupados por la casa del vecino, no nos demos cuenta que la nuestra es pasto de las llamas.

Cuando era creyente, siempre me causó preocupación el pasaje de Jesús y los niños: “De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él”.

¡Lo que dice Jesús es tremendo!

Después, pasado el pasaje del rico, sobre el que dudo si no lo tiene más fácil que el que tiene que: “el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él”, me tranquilizaba lo que añadía Jesús:

“Sus discípulos, oyendo esto, se asombraron en gran manera, diciendo: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?
26 Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible”.
(Mateo 19:25-26 Reina-Valera 1960)

En esta frase, Jesús incluía a toda la Humanidad.
¡Es nuestra tabla de salvación!
¡Úsala con frecuencia!
¿Quién tiene seguro el cielo?
¿Tú?


13 Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban.
14 Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.
15 De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
16 Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía.
(Marcos 10:13-16 Reina-Valera 1960)

13 Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase; y los discípulos les reprendieron.
14 Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos.
15 Y habiendo puesto sobre ellos las manos, se fue de allí.
(Mateo 19:13-15 Reina-Valera 1960)

15 Traían a él los niños para que los tocase; lo cual viendo los discípulos, les reprendieron.
16 Mas Jesús, llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.
17 De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
(Lucas 18:15-17 Reina-Valera 1960)