La palabra MESÍAS no la inventaron los cristianos. Esa palabra viene del hebreo, que fue el idioma en que mayormente estaban escritos todos los documentos bíblicos judíos que se habían terminado cerca de 400 años antes de nacer Jesús. Los judíos ya conocían muy bien esa palabra. Esa palabra significa UNGIDO, y la palabra CRISTO significa lo mismo, aunque esta última viene del latín y del griego.

Incluso los samaritanos, que eran una raza mixta con parte judía y parte extranjera, estaban esperando al Mesías en tiempos de Jesús. Lo pueden comprobar en la conversación que tuvo Jesús con la samaritana en la ciudad de Sicar, cuando estaba al lado del pozo de agua (Juan 4).