Dios dio la Ley al pueblo de Israel, pero los judíos no fueron fieles a la Ley de Dios. Y entonces Dios se hizo hombre y vino a enseñar al mundo los verdaderos mandamientos de Dios. Y los mandamientos de Dios hecho hombre son para todos los pueblos del mundo, pues así les dijo a sus dicípulos:

"Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado". (Marcos 16:15-16)