Todos podemos ayudar, aunque sea poco, de acuerdo a nuestras posibilidades.
Y si nos sumamos más personas, podemos hacer de este mundo un lugar mejor, construyendo con lazos de amor, para un futuro mejor.
Todos podemos ayudar, aunque sea poco, de acuerdo a nuestras posibilidades.
Y si nos sumamos más personas, podemos hacer de este mundo un lugar mejor, construyendo con lazos de amor, para un futuro mejor.
«Thou wilt keep him in perfect peace, whose mind is stayed on thee: because he trusteth in thee». – Isaiah 26:3
Todos podemos ayudar, aunque sea poco, de acuerdo a nuestras posibilidades.
Y si nos sumamos más personas, podemos hacer de este mundo un lugar mejor, construyendo con lazos de amor, para un futuro mejor.
Todos podemos ayudar, aunque sea poco, de acuerdo a nuestras posibilidades.
Y si nos sumamos más personas, podemos hacer de este mundo un lugar mejor, construyendo con lazos de amor, para un futuro mejor.
Todos podemos ayudar, aunque sea poco, de acuerdo a nuestras posibilidades.
Y si nos sumamos más personas, podemos hacer de este mundo un lugar mejor, construyendo con lazos de amor, para un futuro mejor.
Todos podemos ayudar, aunque sea poco, de acuerdo a nuestras posibilidades.
Y si nos sumamos más personas, podemos hacer de este mundo un lugar mejor, construyendo con lazos de amor, para un futuro mejor.
Todos podemos ayudar, aunque sea poco, de acuerdo a nuestras posibilidades.
Y si nos sumamos más personas, podemos hacer de este mundo un lugar mejor, construyendo con lazos de amor, para un futuro mejor.
¡Bellos! muy recuperables
“El alma humana es una caja de donde siempre puede saltar un payaso haciéndonos mofas y sacándonos la lengua, pero hay ocasiones en que ese mismo payaso se limita a mirarnos por encima del borde de la caja, y si ve que, por accidente, estamos procediendo según lo que es justo y honesto, asiente aprobadoramente con la cabeza y desaparece pensando que todavía no somos un caso perdido.”
- José Saramago, El Doble
“El alma humana es una caja de donde siempre puede saltar un payaso haciéndonos mofas y sacándonos la lengua, pero hay ocasiones en que ese mismo payaso se limita a mirarnos por encima del borde de la caja, y si ve que, por accidente, estamos procediendo según lo que es justo y honesto, asiente aprobadoramente con la cabeza y desaparece pensando que todavía no somos un caso perdido.”
- José Saramago, El Doble