La ira de dios (del dios que sea), ha hecho temblar a pueblos enteros. Tanto en la antigüedad como en los momentos actuales, y sino sólo hay que fijarse con aquellos que desayunan religion, almuerzan religión, cenan religión... y sueñan religión para no descuidarse de seguir al pié de la letra todas las obligaciones que ésta les impone, y así no ser blanco de la ira de su dios amantísimo...
El temor y miedo irracional al dios que adoran y veneran, por un lado les hace guardar la viña soñada, y por el otro los destroza como seres humanos...
"El amor hace que todos espejos seamos, por eso más recibimos cuanto más damos".- Rahwananda.