Iniciado por
Klauddia
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Sin embargo me referiré a la última parte de este escrito, sobre el trabajo y la pandemia.
No puedo imaginar esta sociedad sin el trabajo que aporta cada una de las personas que realiza su actividad laboral día tras día.
¿Qué se haría sin los conductores de los transportes públicos?
En pandemia, muchos siguen saliendo a trabajar y deben llegar a su dirección de trabajo, y si no desayunaste antes de salir, ahí está doña Mary lista para venderte el sandwich o el jugo de naranja para que aguantes tu jornada antes de regresar a casa a comer.
Pero si se acaba el gas en casa, cómo cocinarás, a quién le llamarás, claro que estarás pendiente a que suene esa sirena escandalosa que anuncia el gaaassss. Pero suponiendo que vayas a la tiendita de la esquina para comprar comida para recalentar, poco a poco tu bote de basura se irá llenando hasta que por fin escuches el sábado temprano la campana del camión de la basura y salgas para que el señor de la basura cargue tus botes y los vierta sobre ese maloliente depósito.
Y así puedes ir haciendo una cadena llena de eslabones de trabajos y oficios que son elementales, esenciales y básicos para que funcione la sociedad, el país y el mundo entero.
Ciertamente no todos serán profesionales salidos de universidades, pues quién realizaría el trabajo del campesino, del electricista, del herrero o carpintero, la niñera y la cocinera, el vidriero y la recepcionista.
Si alguien pensó que el COVID-19 fue la oportunidad para eliminar a los de abajo, podrán los políticos y empresarios millonarios realizar los trabajos y oficios de los obreros y demás personas que trabajamos para hacer funcionar la vida del planeta?
Nadie somos indispensables, pero todos somos necesarios.