.
Al final de esta crónica, Renata deja a Fulgencio, se traslada a Groenlandia, se casa con un esquimal y se enriquece criando y vendiendo lobos árticos. En cuanto a Fulgencio, mira un avión que sobrevuela y ...
La mirada de Fulgencio, palpitante de sentimientos. Su voz suave pero segura de lo que diría. Sus manos entrelazadas con las de Renata. Cenar a la luz de las velas... Extendió el anillo. La propuesta de matrimonio. Déjame cuidar de ti hasta que envejezcamos juntos. Fue intenso. Fue romántico. Pero ella no pudo aceptarlo. Ella tenía una razón. De hecho, la razón más poderosa que podría latir en tu apretado corazón.
- No puedo aceptar.
- ¿Porque no?
- No puedo, querido.
- ¿Pero tu no me amas?
- Te adoro.
- ¿Y entonces…?
- Es solo que ... no quería arruinarlo todo.
- ¿Lo arruinaste? ¿Pero como?
- Contándote todo.
- ¿Y no merezco saberlo?
- Está bien, pero ... es que ... sé cómo termina esta historia.
- ¿Como asi?
- Me contaron el final de la historia, Fulgencio. Nuestra historia. Arruinaron todo.
- ¿Y cómo termina?
- Te dejo ... lo siento, mi cielo.
- ¿Dejarme? Pero dijiste que me amabas. ¿Por qué me abandonarías?
- Yo no tengo ni idea. Solo me dijeron el final. Pero definitivamente este guión se cumplirá.
Fulgencio se quedó desconcertado.
- Pero ... ¿y cómo acaba exactamente?
- Termino viajando a Groenlandia.
- ¿Groenlandia? Pero, ¿qué diablos vas a hacer en Groenlandia?
- Yo no sé. - Ella estaba agitada. - ¿Cómo puedo saber? Ni siquiera sé bien dónde está eso. - Renata hizo una pausa larga. - Y hay más ...
- ¿Qué?
- Me voy a casar con un esquimal. Y vamos a vivir del comercio de lobos árticos.
Fulgencio soltó una risa nerviosa.
- No tiene sentido.
- Yo sé que no. Esperaba otro final. Los dos juntos, felices para siempre… Nunca pensé en ir a Groenlandia. ¿Y lobos árticos? Dios mío, nunca he visto un lobo en mi vida, menos ártico.
- Maldición. Esto es un spoiler.
- Odio cuando sucede. Gente sin sentimientos. Arruinaron todo.
- Y lo peor ... lo peor es este horrible final.
- Lo siento mucho cariño. También odié el final. Totalmente descabellado.
- ¿Y a mi qué me pasa?
- Yo no sé. Miras un avión.
- ¿Qué avión?
- Un avión, no lo sé.
- ¿Quizás vaya a buscarte?
- No lo creo. El final permanece en abierto.
- Si estoy mirando un avión, probablemente iré por ti. Quizás habrá una continuación...
- Me parece difícil. Es más probable que me estés mirando simbólicamente, una despedida.
- Detesto los finales ambiguos.
- Yo también.
- Y odio los malditos spoilers.
- ¿Y yo, entonces?
Con todo dolor en el alma, volvió a guardarse el anillo en el bolsillo. La pareja tuvo un silencio espantoso y prácticamente interminable, hasta que Fulgencio preguntó:
- Renata, ¿y qué hacemos ahora?
- Solo me dijeron el final. ¿Qué piensas si intentamos disfrutar hasta que llegue el THE END ?
.
.