Tienen un negocio tan bien montado, y por ello ingresan tanto diariamente y exento de impuestos, que ello da de comer y bien vivir a muchísimas personas.
Pero como suele ocurrir, el obeso de tanto comer (manejar dinero) nunca sacia su apetito y necesita más y más... hasta que otro compañero tan ambicioso como todos los demás, da el grito de alarma.