Iniciado por
Estocada
El infierno es el castigo justo por el pecado. Todos los pecados cometidos en la tierra serán castigados en el juicio de Dios. Si aceptamos que Jesús tomó el castigo en nuestro lugar, no tendremos que pagar por nuestros propios pecados. Pero si lo rechazamos, tendremos que enfrentar un castigo digno de nuestros pecados.
Cuando morimos, nuestros cuerpos físicos se deterioran y el espíritu vuelve a Dios (Eclesiastés 12: 7). Pero el alma sigue existiendo, esperando la resurrección y el Juicio Final.
Los savos esperan la resurrección en paz, con Jesús y los que rechazan a Dios esperan la resurrección en tormento.