La mención del suceso histórico, durante la guerra de castas, es referido de esta manera por Nelson Reed:

El sargento Pedro Ruiz y unos quince o veinte hombres, parte al parecer de la guarnición desarmada, recobraron sus armas y se defendieron lo mejor que pudieron, pasando de casa en casa al amparo de la confusión, al fin llegaron al fuerte edificio de dos posos que había en la plaza. Distraídos por presas más fáciles, los cruzob(1) no se habían dado cuenta de estos soldados, pero alrededor de las tres de la tarde, terminada la carnicería, los merodeadores trataron de hacerlos salir de su agujero, y les ofrecieron la vida si se rendían. Después de lo que había pasado en la última hora, eso no engañaba a nadie. Nada dispuestos a dar un asalto que les costaría caro, los cruzob esperaron hasta anochecido, amontonaron después muebles debajo de los balcones y les prendieron fuego. Quemándose los soportes y hundiéndose entre llamas los balcones, los soldados se retiraron a la parte pétrea del edificio e hicieron fuego contra la turbamulta a través de las llamas, con lo que dispersaron a los entusiastas. Hubo insultos, amenazas y tiros, pero asalto, no. Los soldados acecharon firmemente toda la noche, con la cara negra por el humo, demasiado sorprendidos por lo que había sucedido para pensar en otra cosa que no fuera la necesidad de morir peleando. Desde su ruina a medio quemar vigilaban las fogatas del ejército de Poot, diseminadas en la plaza, y oían las canciones, el rasgueo de las guitarras y lo que hacían con las mujeres. Vieron al cura Marín, de setenta años, pasando de fuego en fuego, denunciando a los asesinos y los jefes sin que se alzara la mano contra él. El sargento Ruiz y sus hombres no se apartaron de las armas hasta el alba, en que llegó el socorro. (2)
El episodio de esa casa, que es la de los Alonzo y que publicamos en la imagen del post anterior. Nueve años antes había sido motivo de sucesos en los que el padre de Miguel, Crescencio Alonzo había presenciado hechos traumáticos. que les reseñaré en la siguiente entrega.

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(1) Cruzob O los indígenas de la cruz parlante fueron los alzados durante la revuelta indígena de 1857 en esa guerra prolongada llamada "La guerra de castas" en Yucatán, que azotó la península el siglo XIX. Durante la rebelión se saquearon poblaciones. "La Cruz parlante" era una especie de religión mezcla de cristianismo y sincretismo con las creencias indígenas que colocaba una cruz en "Chan Santa Cruz", actualmente "Felipe Carrillo Puerto" una población al sureste de la península enclavada en la selva de Quintana Roo. Un indígena se metía por un hueco de la cruz y hablaba al pueblo diciendo lo que tenían que hacer.
(2) Reed Ob. cit. p. 168