Yo no pongo a dios por malo, el se pone por malo solo en lo que dice y hace.
Pero el Señor verdadero también enseña a trabajar sobre nosotros mismos, pues las ideas salvacionistas y rescatistas vienenen de tu cristianismo culpogenizante y terrorífico.
Y por supuesto, también necesitamos que el Verdadero Señor de los Cielos venga a poner en orden este cáos lleno de hipocresía y de maldad. Son dos vías.