Es tan obvio en las Escrituras que Jesús adora a Jehová, que uno se pregunta qué mecanismo de confusión tan efectivo puede haber usado el Oscuro para impedir que tantas personas se dén cuenta de esa realidad. Los Testigos creemos que Dios puede quitar ese velo de la gente, pero a veces permite que se les quede, porque la actitud de ellos no es de buscar la verdad y lo correcto ...
Por ejemplo, las Escrituras llaman a Jesús como Siervo de Jehová aquí:
Mat. 12:15 (...) Muchos también lo siguieron, y los curó a todos, 16 mas con firmeza les ordenó que no le pusieran de manifiesto; 17 para que se cumpliera lo que se habló mediante Isaías el profeta, que dijo:
18 “¡Mira! ¡Mi siervo a quien escogí, mi amado, a quien mi alma aprobó! Pondré mi espíritu sobre él, y aclarará a las naciones lo que es la justicia. 19 No reñirá, ni levantará la voz, ni oirá nadie su voz en los caminos anchos. 20 No quebrantará ninguna caña cascada, y no extinguirá ninguna mecha de lino que humea, hasta que envíe la justicia con éxito. 21 Realmente, en su nombre esperarán naciones”.
Hech. 3:13 El Dios de Abrahán y de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros antepasados, ha glorificado a su Siervo, Jesús, a quien ustedes, por su parte, entregaron y repudiaron ante el rostro de Pilato, cuando él había decidido ponerlo en libertad. 14 Sí, ustedes repudiaron a aquel santo y justo, y pidieron que se les concediera de gracia un varón, un asesino, 15 mientras que mataron al Agente Principal de la vida. Pero Dios lo ha levantado de entre los muertos, del cual hecho nosotros somos testigos. 16 Por consiguiente, su nombre, por [nuestra] fe en su nombre, ha hecho fuerte a este hombre a quien ustedes contemplan y conocen, y la fe que es mediante él ha dado al hombre esta completa sanidad a vista de todos ustedes. 17 Y ahora, hermanos, yo sé que obraron por ignorancia, así como también lo hicieron sus gobernantes. 18 Pero Dios ha cumplido de esta manera las cosas que anunció de antemano por boca de todos los profetas, que su Cristo sufriría. 19 ”Arrepiéntanse, por lo tanto, y vuélvanse para que sean borrados sus pecados, para que vengan tiempos de refrigerio de parte de la persona de Jehová 20 y para que él envíe al Cristo nombrado para ustedes, Jesús, 21 a quien el cielo, en verdad, tiene que retener dentro de sí hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo. 22 De hecho, Moisés dijo: ‘Jehová Dios les levantará a ustedes de entre sus hermanos un profeta semejante a mí. Tienen que escucharle conforme a todas las cosas que él les hable. 23 En verdad, cualquier alma que no escuche a ese Profeta será completamente destruida de entre el pueblo’. 24 Y todos los profetas, de hecho, desde Samuel en adelante y los que siguieron en sucesión, cuantos han hablado, también han declarado estos días patentemente. 25 Ustedes son los hijos de los profetas y del pacto que Dios pactó con sus antepasados, al decir a Abrahán: ‘Y en tu descendencia serán bendecidas todas las familias de la tierra’. 26 A ustedes primero Dios, después de haber levantado a su Siervo, lo ha enviado para que los bendijera, apartando, a cada uno, de sus hechos inicuos.”
... 4:24 Al oír esto, le oraron juntos a Dios y dijeron:
“Señor Soberano, tú eres el que hizo el cielo, la tierra, el mar y todas las cosas que hay en ellos, 25 y eres el que por espíritu santo dijo por boca de nuestro antepasado David, tu siervo: ‘¿Por qué se alborotaron las naciones y meditaron en cosas inútiles los pueblos? 26 Los reyes de la tierra tomaron su posición y los gobernantes se reunieron como uno solo contra Jehová y contra su ungido’. 27 De veras, pues, tanto Herodes como Poncio Pilato con [hombres de] naciones y con pueblos de Israel realmente fueron reunidos en esta ciudad contra tu santo siervo Jesús, a quien tú ungiste, 28 a fin de hacer cuantas cosas tu mano y consejo habían predeterminado que sucedieran. 29 Y ahora, Jehová, da atención a sus amenazas, y concede a tus esclavos que sigan hablando tu palabra con todo denuedo, 30 mientras extiendes tú la mano para hacer curaciones y mientras ocurren señales y portentos presagiosos mediante el nombre de tu santo siervo Jesús”.
Jesús mismo dijo que él adoraba a Jehová:
Juan 4:21 Jesús le dijo: “Créeme, mujer: La hora viene cuando ni en esta montaña ni en Jerusalén adorarán ustedes al Padre. 22 Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación se origina de los judíos. 23 No obstante, la hora viene, y ahora es, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre con espíritu y con verdad, porque, en realidad, el Padre busca a los de esa clase para que lo adoren. 24 Dios es un Espíritu, y los que lo adoran tienen que adorarlo con espíritu y con verdad”.
Es obvio que Jesús no estaría de acuerdo en que alguien lo confundiera con Dios, de quien además de ser Su Hijo, es también Su aprobado, Su escogido ... Su Siervo.