Iniciado por
Manugar
Justo al cerrar los ojos. En ese instante preciso en el que nos quedamos absolutamente solos, aislados del mundo y cuanto nos rodea. Con la oscuridad envolviéndonos. Inmediatamente antes de perder la consciencia al empezar a dormir, es el momento que aprovecho para hablar conmigo mismo. Sin voz, sin disfraz, sin censura, sin filtros ni reproches. Felicitándome y dando gracias a la naturaleza por haberme dejado existir un día más.
Lo he hecho desde pequeño. No sé por qué. Nadie me animó a ello, ni lo vi hacer a nadie. Puede que fuera mi interpretación de: "cuatro angelitos tiene mi cama" que mi madre nos invitaba a recitar cuando éramos muy niños. Pero el caso es que sigo mi costumbre.
Seguramente es el mismo momento en que muchas personas rezan a su Dios, y en el que le piden grandes demostraciones de un favoritismo que nunca llegará. Yo soy menos pretencioso y me conformo con dar las gracias y poner en orden mis modestas ideas.
Aunque confieso que hace tiempo sí pedía deseos, bueno dos únicos deseos. Uno de por vida, que como no se ha cumplido, lo doy por perdido. Y otro en un momento de desesperación, que si se cumplió y por el cual estoy eternamente agradecido a mi angel de la guarda.
Es curioso que alguien como yo tan cartesiano, tan reflexivo y poco adicto a la fe, sí que haya sentido real y tangible un diminuto milagro que solo me interesa a mi. Y aunque razono que hay casualidades curiosas. Incluso que después de un acontecimiento se pueden descubrir detalles interpretables como sobrenaturales si uno se empeña en hallarlos, reconozco que hay momentos contados en la vida de cada uno, en que se siente que algo que no debía estar ahí, aparece. Que algo que no debía suceder, sucede. O que alguien que no debía cruzarse, se cruza en el camino. Y para esto no tengo coordenadas, no tengo leyes físicas, ni unidades métricas.
Simplemente al cerrar los ojos. En ese instante preciso en el que nos quedamos absolutamente solos, doy gracias y me abandono al sueño.
Buenas noches, desde mi isla. Que se cumplan tus deseos y que sueñes con los angelitos.