Partamos de una diferencia sustancial. Para un servidor Lenin formó parte de la revolución a inicios de siglo XX, por lo tanto fue un revolucionario. Eso no lo hace ni infalible ni perfecto, tampoco se puede descalificar a un revolucionario de su talla como un tonto o como un contrarrevolucionario. Para ello está el análisis racional de sus propuestas a la luz del debate.

Condensar lo que hemos expuesto. El problema de Lenin es su falta de comprensión sobre la naturaleza de fondo del capital y la sustitución de esa carencia mediante planteamientos del revisionismo marxista. Pero no hay que equivocarse en el sentido de que era un cándido el autor de Simbirsk al confundir el capitalismo de estado con el socialismo. Eso no sucede en la cabeza de Lenin, es una invención. Lo que Lenin establece es que el capitalismo monopolista de estado (Concepto hilferdiano) acerca desde el capitalismo al socialismo, no que es el socialismo.

Si podemos avanzar aquí podremos emprender un análisis necesario y que consiste en elaborar una crítica a las teorías del imperialismo. Para ello es necesario hacer acopio de los intentos en torno a quienes han intentado esta crítica