Cita Iniciado por Zkaldufan-Dao-Tenebresse Ver Mensaje
Elisabet*: (...) "Así que Dios puede estar en todas partes..."
¿En serio...? ¿Por qué en 1 Reyes 19:11-12 se dice, entre otras cosas, que "Jehová no estaba en el viento, ni en el temblor, ni en el fuego" (...) ? (...)
Es un muy buen argumento para mostrar lo que algunos llaman la "naturaleza" de Dios, o sea, de Jehová. Gracias por el recordatorio.

Muchas personas creyentes aun no comprenden que Jehová está muy fuera del alcance de la vista de los humanos, y que por mucho que Jesús haya sido un reflejo de Su gloria, nunca podía haberle mostrado físicamente, aun si se lo pidieran. Por eso dijo que la forma de ver al Padre era viéndolo a Él, porque como ser humano él era lo más cercano que podíamos tener sobre la personalidad de su Padre, Jehová Dios.

Cuando Salomón le construyó el templo a Jehová, él mismo dijo:

2 Cró. 6:18 ”Pero ¿verdaderamente morará Dios con la humanidad sobre la tierra? ¡Mira! El cielo, sí, el cielo de los cielos mismos, no puede contenerte; ¡cuánto menos, pues, esta casa que yo he edificado!

Tampoco estuvo físicamente en el Arca que estaba dentro del templo. Cuando se habla de la presencia de Jehová en el Santísimo del templo, se dice que la voz de Jehová se escuchaba por encima de la cubierta del Arca desde el centro de los querubines que habían sido diseñados sobre la tapa del Arca. Y aun así, la voz era del ángel de la presencia de Jehová, el ángel que hablaba en Su representación.

Núm. 7:89 Ahora bien, siempre que Moisés entraba en la tienda de reunión para hablar con él, entonces oía la voz que conversaba con él desde más arriba de la cubierta que estaba sobre el arca del testimonio, de entre los dos querubines; y le hablaba.

La Biblia solo menciona tres ocasiones en que la voz de Jehová, palabras audibles que Él comunicó directamente, se escuchó:
¿Ha oído algún humano la voz de Dios mismo?

En tres ocasiones el registro bíblico presenta a Jehová hablando a los humanos audiblemente: 1) en el bautismo de Jesús (29 E.C.), cuando Jehová dijo: “Este es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado”. Tanto Jesús como Juan el Bautista oyeron esta voz (Mt 3:17; Mr 1:11; Lu 3:22); 2) en la transfiguración de Jesús (32 E.C.), mientras estaban presentes los apóstoles Pedro, Santiago y Juan, cuando se pronunciaron prácticamente las mismas palabras (Mt 17:5; Mr 9:7; Lu 9:35); 3) en el año 33 E.C., un poco antes de la última Pascua de Jesús, cuando, al responder a la solicitud de Jesús de que Dios glorificase su nombre, una voz desde el cielo dijo: “Lo glorifiqué, y también lo glorificaré de nuevo”. La muchedumbre pensaba que tronaba o que un ángel le había hablado a Jesús. (Jn 12:28, 29.)

En esas ocasiones Jehová Dios mismo se puso de manifiesto mediante sonidos audibles de voz comprensibles para sus siervos. Parece ser que en el último relato citado la muchedumbre no entendió la voz con claridad, pues algunos la compararon a un trueno. No obstante, resulta obvio que en tales ocasiones era Jehová el que hablaba, pues las declaraciones tenían que ver con Jesús, el propio hijo de Dios, que estaba más cerca del Padre que cualquier otra criatura. (Mt 11:27.)
Perspicacia/Voz