
Iniciado por
Elisabet*
Jesús llama "la verdad" a la Palabra del Padre. Y la Palabra del Padre no es todo lo escrito en el Antiguo Testamento, sino la enseñanza del Evangelio, que es la que realmente enseña la Palabra del Padre, porque Jesús dijo que Él había dado a los apóstoles la Palabra del Padre:
Juan 17:14
Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo...
17:17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.
Jesús, cuando predicó el Evangelio, enseñó la verdad porque enseñó la palabra que realmente era la Palabra del Padre. Por tanto, las Escrituras Hebreas verdaderamente inspiradas no son los mandatos que están escritos en el Antiguo Testamento que ordenaban a los hombres esclavitud, sacrificios, penas de muerte, guerras y masacres de pueblos enteros, pues Jesús abolió todos esos mandatos del Antiguo Testamento porque no eran de Dios, sino de hombres, pues Jesús no vino a abolir la ley de Dios.
Las Escrituras que verdaderamente son de Dios o inspiradas por Dios, ya sean hebreas, griegas o en cualquier otro dioma, no son las escrituras que enseñan mandatos contrarios a las mandamientos del Evangelio. Las Escrituras que verdaderamente son de Dios o inspiradas por Dios son las que enseñan lo que Jesús enseñó cuando predicó el Evangelio.