Los jueces son una protección para la sociedad
si están bien preparados, son justos y no se dejan sobornar
La Ley de Dios valoraba mucho a esa clase de jueces.
Y se le dijo a Moisés que buscara a
“hombres capaces, temerosos de Dios,
hombres dignos de confianza,
que [odiaran] la ganancia injusta” (Éxodo 18:21, 22).
Aunque los jueces tenían que ser hombres sabios y capaces,
no contaban solamente con sus habilidades y su inteligencia;
Jehová Dios les dio principios que les servirían de guía
para llegar a la decisión correcta. Por ejemplo:
Investigar a fondo cada caso.
Mediante Moisés, Jehová ordenó a los jueces de Israel:
“Al celebrar audiencia entre sus hermanos,
tienen que juzgar con justicia” (Deuteronomio 1:16).
Un juez solamente puede dictar un fallo justo
si conoce todos los detalles del caso.
Por esta razón, Dios mandó a quienes dirigían un juicio
que investigaran a fondo el asunto.
Los jueces tenían que asegurarse de que
las acusaciones fueran válidas antes de iniciar el proceso
(Deuteronomio 13:14; 17:4).
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)