Sí, "El Espíritu" que revela el Apocalipsis es el mismo que se autodescribe como "El Alfa y la Omega".

A Cristo se le ha llamado "El Espíritu" tanto en la tradición islámica como en la bahaí.

Y es que el Cristo es ante todo un ente espiritual, que se ha manifestado en carne pero es coeterno con Dios antes y después de la carne.

Por eso, cuando Jesús de Nazaret alude al "Espíritu de Verdad" que mandaría su Padre para revelar más cosas, no debemos limitarnos a pensar algo intangible como un viento o lenguas de fuego (tal como ocurrió en Pentecostés), sino también en una Manifestación en carne y hueso, en un personaje histórico, como lo fue en su momento Mohammed y luego El Báb y Bahá'u'lláh.