Heb 11:1
La fe es la certeza de que sucederá lo que se espera,
la prueba convincente de que existen realidades que no se ven.
2 Por medio de ella, los hombres de la antigüedad recibieron testimonio.
4 Por la fe, Abel le ofreció a Dios un sacrificio de mayor valor que el de Caín. Por medio de esa fe recibió testimonio de que era justo, pues Dios aprobó sus ofrendas. Y, aunque murió, todavía habla por medio de su fe.
7 Por la fe, Noé, después de recibir una advertencia divina de cosas que todavía no se habían visto, demostró temor de Dios y construyó un arca para salvar a los de su casa. Por medio de esa fe condenó al mundo y se convirtió en heredero de la justicia que se obtiene por la fe.
8 Por la fe, Abrahán obedeció cuando fue llamado, y salió hacia un lugar que iba a recibir como herencia. Salió aunque no sabía adónde iba. 9 Por la fe vivió como extranjero en la tierra de la promesa, como si estuviera en tierra extranjera. Vivió en tiendas de campaña con Isaac y Jacob, que eran herederos de la misma promesa que él. 10 Porque él esperaba la ciudad que tiene fundamentos verdaderos, de la que Dios es diseñador y constructor.
11 Por la fe, Sara también recibió poder para concebir descendencia, a pesar de que ya se le había pasado la edad, porque consideró fiel al que le hizo la promesa. 12 Por esa razón, de un solo hombre que ya estaba como muerto nacieron muchos hijos, tan numerosos como las estrellas del cielo e incontables como los granos de arena a la orilla del mar.