Iniciado por
Abysso
¿Has visto a los que aún hoy señalan un mundo que no es el mundo? sólo la manifestación más poderosa en la historia universal de un extravío de los instintos sufrido por el humano me explica el fenómeno.
La veneración a ese Absoluto es ajena a la vida. Sus causas son puramente inoperantes: el alma, el espíritu. Sus efectos, también: gracia, pecado, castigo, redención, perdón de los pecados. Opera con una mente inclinada a la debilidad: arrepentimiento, remordimiento de conciencia. Los que estudian ese fenómeno por la que se rigen acusan el mismo defecto, ya que habla de juicio final, de la vida eterna, del reino de los cielos. Una forma de enemistad mortal hacia Gaia, hasta ahora no superada, con la realidad. Cambiaron Vida por Muerte, pero peor que la honesta Muerte; muerte en vida.
También contrario a la duda, ay hermosa duda tan digna de provocar admiración por Gaia.
Ay ¡¿Qué has hecho Platón?! pariste las morales de la renuncia! Quiero creer que no fue Sócrates la partera.
Qué indigno ese que anda en la fe como en el más claro e inequívoco elemento y ahoga la razón en los charcos de la credulidad más inerte. La duda, el simple mirar a tierra firme, ya es pecado. Dogmas así inmunizados a toda multiplicidad, a toda vitalidad,...
Gaia.
Mira a tus hijos hoy Platón, no luchan siquiera contra tus enemigos, son mascotas una moral Universal; y la compasión como un afecto enfermizo, un instinto depresivo, débil y contagioso, que genera melancolía, obstaculiza las leyes naturales para mutaciones hacia mejores puentes y propaga el sufrimiento en el mundo.
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Entre esas olas tóxicas está ese "espíritu libre", que no se atiene a leyes ni a dogmas; un rebelde que se levanta contra la Iglesia judía, los sacerdotes, los teólogos y la jerarquía de aquella sociedad; un "santo anarquista", que incita a los excluidos a rebelarse contra la clase dirigente; un "criminal político": por eso fue crucificado; un "gran simbolista", que sólo toma por verdades las realidades interiores, concibe lo natural y lo histórico como ocasión de parábola, y el reino de su Dios, como un estado del corazón.
.... No seamos humanos, seamos un puente hacia algo mejor.
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