Una reflexión schmittiana sobre el caos en que vive Cataluña
on JUEVES, 14 DE NOVIEMBRE DE 2019 • ( 12 )

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Cataluña se ha convertido en un territorio sin ley donde puede pasar cualquier desgracia.

https://www.dolcacatalunya.com/2019/...vive-cataluna/

Lo que estamos viviendo estos días es inadmisible y bochornoso: miles de catalanes secuestrados por mínimos cataborrokas lazis a las órdenes de la Gene mientras que el Estado, cuya razón de ser es asegurar el ejercicio de nuestros derechos, se mantiene pasivo y permite que los violentos los condicionen. Una situación de enorme gravedad.

Para tomar conciencia de la seriedad del asunto pueden ayudarnos lo que escribía Carl Schmitt en su capítulo dedicado a la “definición de la soberanía” en el libro Teología política. Allí, Schmitt recuerda que “la norma exige una normalidad fáctica”. Y añade: “No existe una sola norma que fuera aplicable a un caos“.

Donde hay caos, donde uno puede actuar a su antojo y con total impunidad, desaparece el “suelo” sobre el que se edifica el orden jurídico y no hay norma que pueda sobrevivir. Tampoco la que nos exige pagar las multas o respetar las señales de tráfico. ¿Con qué legitimidad nos las van a exigir una Gene que se pasa las leyes por el forro y un Estado que renuncia a ejercer su función?

Concluye Schmitt: “Es menester que el orden sea restablecido si el orden jurídico ha de tener sentido“.

En Cataluña el orden no ha sido aún restablecido y los cataborrokas lazis CDRs campan impunemente a sus anchas, conculcando los derechos de miles de catalanes a circular, a trabajar, a estudiar.

En este contexto, y mientras sigamos viviendo en el caos que jalean unos y permiten otros, el orden jurídico ha desaparecido, con todas las consecuencias que ello comporta. Ya no hay ley en Cataluña, solo el poder de la fuerza de la Gene y sus compinches CDRs. Se hace realidad aquello que ya advirtiera San Agustín: “Si de los gobiernos quitamos la justicia, ¿en qué se convierten sino en bandas de ladrones a gran escala?”. Si además el Estado ha abandonado el monopolio del uso de la violencia, no nos extrañemos si ese uso se extiende y es asumido por otros con quienes no contábamos.

La situación es peligrosa: es así como empiezan los enfrentamientos civiles, cuando el caos y la injusticia son tan sangrantes que justifican cualquier acción para enfrentarse a este desorden en el que la vida se hace insoportable.

Es responsabilidad del Estado restablecer urgentemente el orden en Cataluña si no queremos que todo esto acabe mucho peor del desastre en que el nacionalismo ya ha sumido a Cataluña.

Dolça i sense llei Catalunya…