Sí doonga, y, sí tomas0402, concuerdo con ustedes. Yo en mi post - al cual respondieron - me faltó poner la gran influencia de los estoicos en los primeros cristianos. Por eso cuando doonga habla de un estado interior, justamente la austeridad estoica (pero también la inspiración socrática de la mano de Platón)apostaba a cierto estado de austeridad radical para lograr un estado de independencia tal en el espiritu que, se alcanzaba la libertad. Creo que para Epicuro era la ataraxia, para los estoicos por ahora me olvidé el nombre; pero me cierra mucho más la óptica que gradúa entre el Master Jedi Doonga y, el Agente 0402
xD
Creo que ya confirmé que los leí, ahora sí me quedo al margen, porque como me había salteado unas páginas, con sus respuestas me puedo posicionar mejor como espectador de la charla grupal. Sabiendo que podríamos discrepar en cierto punto, en estas escalas de charla me parece más interesante lo que responden a los otros ustedes que lo que tengo para decir al respecto.
La Verdad nos hará libres.
Pues curioso.Símbolo de destrucción eterna
solo piensa, si dejamos el cuerpo
¿Que dientes tendrán para crujir?
Eso lo encuentras simbólico, pero eso de que Jesús se hizo cargo del gobierno del cielo en 1914, eso es una verdad de fe.
Qué inconsistencia.
Jamás comprenderás la inmensidad de La Nada.
Por lo que he leído (algunas veces hay que leer libros, además de la Biblia), Marción de Sinope tuvo problemas morales para asumir que el Dios del VT era el padre de Jesús, según el NT.
Resulta curioso que, cuando empecé a perder la fe, me planteara el mismo dilema ¿Cómo era posible que Jesús, tan bondadoso, fuera hijo de un padre tan cruel?
Luego comprobé que: “De tal palo, tal astilla”. De bondad, nada de nada.
El padre (o sea, dios padre), condena al hombre, que lo creó para ser inmortal, a una muerte eterna.
Eso lo tengo asumido. Espero que cuando muera, de mí no se sepa nada. Bueno; unos meses que me recuerden mis cuatro hijos; proporcionalmente a su capacidad de ver su pasado.
Yo dejé de creer en Jehová, porque no entendía los choques de la infinita bondad con la infinita maldad.
Luego aparece el hijo, y mediante un sacrificio (que nadie le ha pedido), nos rescata de la ira de su padre (en eso se basa la muerte de Jesús: rescatarnos de la ira de su padre); y cambia la muerte eterna por dos salidas: Un cielo o un infierno.
¡Si yo ya me había acostumbrado, como mal menor, a volver de donde procedo; de la nada!
El caso es no dejarnos descansar.
Por favor; religiones; a los que no creemos en nada de los que predicáis ¡Dejadnos en paz!
La Verdad nos hará libres.