Así es, misericordia. Y Pablo lloró amargamente por ello, y se arrepintió de haber perseguido a los cristianos, llegando a tener por basura la ley de los fariseos que tanto había defendido:
Filipenses 3:5
circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo;
3:6 en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible.
3:7 Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo.
3:8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,