"y conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, y os llenéis de toda la plenitud de Dios." (Efe 3:19)

La plenitud de Dios se expresa completa y únicamente en Cristo ya que "En El habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad". (Col 2:9) La totalidad de Dios estaba en el cuerpo humano de Jesucristo. Se está completo por la unión con Cristo y la capacitación que el Espíritu Santo ha dado.