En la esquina de mi casa
me encontré con mi sobrina,
Venía apurada la chica
con su vestido sin rostro.
La premura le dictaba
En la esquina de mi casa
me encontré con mi sobrina,
Venía apurada la chica
con su vestido sin rostro.
La premura le dictaba
"La comprensión de que la vida es absurda no puede ser un fin, sino un comienzo".
Albert Camus