En todo caso, no te arrogues la autoridad moral para juzgar la pobreza espiritual de las demás personas. Sólo Dios conoce lo que hay en nuestro corazón.
Por eso.... como Dios sabe los corazones como son y nosotros no... más vale que hagamos todo lo posible por hacer lo que Él manda que es predicar ...si de verdad se llama uno cristiano... y si no mejor dedícate a otra cosa