NO OBSTANTE a eso, la Iglesia Católica NO INCLUYÓ en el canon de las Escrituras inspiradas ni uno solo de esos libros; ellos solo consideraron como realmente inspirados aquellos que se habían completado en el siglo primero. Curioso, verdad?
Nada de curioso.
Eso demuestra que la ICAR es bastante más honesta que la WT.