En otra ocasión mis padres iban juntos en una motocicleta (una Berjovina soviética), a visitar a una familia de testigos de Jehová. De repente, cuando iban a cruzar una calle, sin saber ni cómo ni de dónde se apareció un camión cruzando en dirección contraria y mi madre solo dió un grito llamando a Jehová por ayuda. Cuando ellos hacen el relato mi madre todavía se asusta, porque dice que prácticamente ya estaban debajo de las ruedas del camión, pero que ambos sintieron como una mano invisible que halaba la moto hacia atrás y la desaceleró por un tiempo casi imperceptible, pero que permitió que el camión pasara sin rozarles. Ellos sintieron la fuerza que los haló hacia atrás, incluso mi padre, que tampoco era testigo en ese tiempo. Fue un ángel de Jehová que los protegió.
Esas cosas hay que vivirlas para conocerlas.
2Tim.3:13 (...) los hombres inicuos e impostores avanzarán de mal en peor, extraviando y siendo extraviados.
Dan.11:33 Y tocante a los que tienen perspicacia entre el pueblo, impartirán entendimiento a los muchos. (...)
... 12:10 Muchos se limpiarán y se emblanquecerán y serán refinados. Y los inicuos ciertamente actuarán inicuamente, y absolutamente ningún inicuo entenderá; pero los que tengan perspicacia entenderán.