Ese es el punto realmente importante: humanamente hablando, "la verdad" siempre será relativa. Analiza los siguientes puntos:

1) Los humanos sacan conclusiones de acuerdo a la información que tienen, o creen tener, en el momento en que analizan algún asunto.

2) Sus emociones e intereses personales (su egocentrismo y egoísmo) les afectan fácilmente a la hora de "juzgar" los puntos de vista propios y los ajenos.

3) Están limitados a lo que pueden observar, y eso que observan está reducido a su campo de observación y a las limitaciones de sus sentidos humanos, lo cual desvía los resultados de sus investigaciones de lo que sucede en la realidad "más grande", a la que nunca pueden tener total acceso.

4) La vida de los humanos es limitada, y se les escapan muchos aspectos relacionados con información anterior (ahora dada por perdida) y observaciones que se hacen posteriores a ellos.


Y así como esos pudiera considerar muchos otros aspectos que hacen que las enseñanzas humanas siempre sean dudosas (con pocas excepciones). Eso nos deja a los seres humanos en una posición miserable frente al Universo, al que nunca se podrá llegar a conocer del todo. Sin embargo, nuestro Creador nos dejó una guía para que no estuviéramos condenados a sentirnos así de miserables. Consultando esa guía con cuidado tenemos acceso a información de origen divino, y podemos entender las cosas desde el punto de vista de quien nos creó.

Claro que entender la guía de Dios requiere mucho esfuerzo y dedicación, honestidad y humildad. Eso no todos los humanos están dispuestos a darlo, y por eso se condenan a sí mismos a la mediocridad.