Tienes razón, ya que el factor peligro equivale a una mayor dosis de adrenalina. A mí me parecía muy loco incitar a mis novios a tener relaciones en la oficina y en el baño de mujeres, para que, según yo, fuera más excitante.

Finalmente, comprobé que esos encuentros no eran tan placenteros, pues los chicos sufrían las consecuencias de mis arrebatos y por el miedo, casi se les quedaba torcido de por vida.

Así que opté por disfrutar de encuentros sexuales en la privacidad de una habitación, sin miedo a ser descubiertos o a sufrir la presión del tiempo. El sexo casual es emocionante, pero el riesgo de infectarse de algo le quita lo cachondo.

Así que un encuentro casual no necesariamente tiene qué ser con un/una desconocid@. Hay que inyectarle creatividad al asunto con la pareja formal.
