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Me expliqué mal.
Esta es la tercera citación. A la primera fui con abogado (es obligatorio) y a la segunda no fui.
Uno no puede hablar ni con el Juez ni con el Promotor. A no ser que ellos te pregunten directamente.
Yo no tengo dinero para pagar un abogado, por lo que quedé muy agradecida con la empresa donde trabajo por brindarme apoyo legal.
Fui muy bien asesorada. Prácticamente todas las preguntas que me hicieron ya sabía que responder sin “pisar el palito”.
Te equivocas Sister. Hoy los jueces tienen terror dar no ha lugar a demandas contra las minorías perseguidas

a no se que estén muy bien fundadas. Hasta tratan de confundirte para llevar agua a sus molinos, como cuando me preguntó: ¿Usted no quiere ser atendida por Fulano por ser homosexual?
Con cara de sorpresa le respondí ¿Fulano es homosexual? No lo sabía.
Así me hizo 3 preguntas más con toda mala leche. Otro día les cuento, porque no quiero quedarme solo en la anécdota, sino en el problema real que muchos estamos sufriendo.
La última pregunta -lógicamente- fue porqué no quería que Fulano de tal me atendiera.
.Porque cuando veo personas con piercing me desmayo, o vomito, o me da taquicardia..
Mi abogado paralelamente les entregaba un informe de una conocida psiquiatra de Sao Paulo, donde dice que desde hace tres años recibo tratamiento por sufrir de Dermatopatofobia (me costó bastante memorizar el nombre de mi enfermedad).
Según mi abogado, ya en la primera audiencia se liquidó el asunto. Quedaban algunos cabos sueltos (burocráticos) por resolver, por eso me dijo que no me presentara en la segunda cita.
Fulano no quería “un arreglo” financiero para retirar la queja. Quería un año de licencia en el banco sin goce de sueldo (yo tenía que pagarlo) y tratamiento profesional por el daño psicológico causado (una millonada).
No quiero textos largos. Luego otro capítulo de este culebrón..
Gracias Sister, gracias MagicAnna por vuestros comentarios.
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