Mat.8:1 Después que él hubo bajado de la montaña, grandes muchedumbres le siguieron. 2 Y, ¡mire!, un leproso se acercó y se puso a rendirle homenaje, diciendo: “Señor, si tan solo quieres, puedes limpiarme”. 3 De modo que, extendiendo la mano, le tocó, diciendo: “Quiero. Sé limpio”. E inmediatamente quedó limpio de la lepra. 4 Entonces Jesús le dijo: “Mira que no lo digas a nadie, sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece la dádiva que Moisés prescribió, para que les sirva de testimonio”.
Los sacrificios estuvieron vigentes mientras Jesús estaba aun vivo. Fue su muerte, el sacrificio mayor, el que hizo innecesario algún otro tipo de sacrificio. Analice el pasaje. Y vea también aquí, para que entienda a qué se refería Jesús con la ofrenda:
Lev.14:1 Y Jehová continuó hablando a Moisés, y dijo: 2 “Esta llegará a ser la ley del leproso en el día que se haya de verificar su purificación, cuando haya que llevarlo al sacerdote. 3 Y el sacerdote tiene que salir fuera del campamento, y el sacerdote tiene que mirar; y si la plaga de lepra ha sido curada en el leproso, 4 el sacerdote entonces tiene que dar órdenes; y él, para limpiarse, tiene que tomar dos pájaros vivos limpios, y madera de cedro, y fibra escarlata carmesí, e hisopo. 5 Y el sacerdote tiene que dar órdenes, y el primer pájaro tiene que ser muerto en una vasija de barro sobre agua corriente. 6 En cuanto al pájaro vivo, debe tomarlo, y la madera de cedro y la fibra escarlata carmesí y el hisopo, y tiene que mojar estos, y el pájaro vivo, en la sangre del pájaro que habrá sido muerto sobre el agua corriente. 7 Entonces tiene que salpicarla siete veces sobre el que está limpiándose de la lepra, y tiene que pronunciarlo limpio, y tiene que enviar el pájaro vivo sobre el campo abierto.
8 ”Y el que está limpiándose tiene que lavar sus prendas de vestir y afeitarse todo el pelo y bañarse en agua, y tiene que ser limpio, y después podrá entrar en el campamento. Y tiene que morar fuera de su tienda siete días. 9 Y tiene que suceder que al séptimo día debe afeitarse todo el pelo de su cabeza y de su barbilla y de sus cejas. Sí, debe afeitarse todo el pelo, y tiene que lavar sus prendas de vestir y bañar su carne en agua; y tiene que ser limpio.
10 ”Y al octavo día tomará dos carneros jóvenes sanos y una cordera sana, en su primer año, y tres décimos de efá de flor de harina como ofrenda de grano mojada ligeramente con aceite, y la medida de un log de aceite; 11 y el sacerdote que lo pronuncia limpio tiene que presentar al hombre que está limpiándose, y las cosas, delante de Jehová, a la entrada de la tienda de reunión. 12 Y el sacerdote tiene que tomar el primer carnero joven y ofrecerlo para ofrenda por la culpa junto con la medida de un log de aceite, y tiene que mecerlos de acá para allá como ofrenda mecida delante de Jehová. 13 Y tiene que degollar el carnero joven en el lugar donde regularmente se degüellan la ofrenda por el pecado y la ofrenda quemada, en un lugar santo, porque, igual que la ofrenda por el pecado, la ofrenda por la culpa pertenece al sacerdote. Es cosa santísima.
14 ”Y el sacerdote tiene que tomar parte de la sangre de la ofrenda por la culpa, y el sacerdote tiene que ponerla sobre el lóbulo de la oreja derecha del que está limpiándose, y sobre el dedo pulgar de su mano derecha, y sobre el dedo gordo de su pie derecho. 15 Y el sacerdote tiene que tomar parte de la medida de un log de aceite y derramarla sobre la palma de la mano izquierda del sacerdote. 16 Y el sacerdote tiene que mojar su dedo derecho en el aceite que está sobre la palma de su mano izquierda, y con su dedo tiene que salpicar parte del aceite siete veces delante de Jehová. 17 Y del resto del aceite que está sobre la palma de su mano el sacerdote pondrá parte sobre el lóbulo de la oreja derecha del que está limpiándose, y sobre el dedo pulgar de su mano derecha, y sobre el dedo gordo de su pie derecho, encima de la sangre de la ofrenda por la culpa. 18 Y lo restante del aceite que está sobre la palma de la mano del sacerdote él lo pondrá sobre la cabeza del que está limpiándose, y el sacerdote tiene que hacer expiación por él delante de Jehová.
19 ”Y el sacerdote tiene que sacrificar la ofrenda por el pecado y hacer expiación por el que está limpiándose de su impureza, y después degollará la ofrenda quemada. 20 Y el sacerdote tiene que ofrecer la ofrenda quemada y la ofrenda de grano sobre el altar, y el sacerdote tiene que hacer expiación por él; y él tiene que ser limpio.
21 ”Sin embargo, si es de condición humilde y no tiene medios suficientes, entonces tiene que tomar un carnero joven como ofrenda por la culpa para una ofrenda mecida para hacer expiación por él, y un décimo de efá de flor de harina mojada ligeramente con aceite como ofrenda de grano, y la medida de un log de aceite, 22 y dos tórtolas o dos pichones, según tenga los medios, y el primero tiene que servir de ofrenda por el pecado y el otro como ofrenda quemada. 23 Y al octavo día tiene que traerlos, para que se verifique su purificación, al sacerdote a la entrada de la tienda de reunión delante de Jehová.
Ud está confundida.
2Tim.3:13 (...) los hombres inicuos e impostores avanzarán de mal en peor, extraviando y siendo extraviados.
Dan.11:33 Y tocante a los que tienen perspicacia entre el pueblo, impartirán entendimiento a los muchos. (...)
... 12:10 Muchos se limpiarán y se emblanquecerán y serán refinados. Y los inicuos ciertamente actuarán inicuamente, y absolutamente ningún inicuo entenderá; pero los que tengan perspicacia entenderán.
Eso contradice a lo que Jesús dijo:
'Si hubierais comprendido qué quiere decir: "Misericordia quiero y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes'.
Y los profetas también dijeron que Dios no quería ni había mandado sacrificios:
'Ni sacrificio ni oblación querías, pero el oído me has abierto; no pedías holocaustos ni víctimas'
Salmos 40:7
'Así dijo el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel: Añadid vuestros holocaustos sobre vuestros sacrificios, y comed carne. Porque nunca hablé yo con vuestros padres, ni les mandé de holocaustos y de sacrificios el día que los saqué de la tierra de Egipto'
Jeremías 7:21-22
'Porque misericordia quiero, y no sacrificio'
Oseas 6:6
Cristo no tenía que morir para quitar los pecados de los hombres, pues quitó los pecados de muchos antes de morir. Recuerda que a muchos les dijo: "Tus pecados te son perdonados".
Entonces, habrá que comprender lo que significa que Jesús es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. ¿Qué pecado, si Jesús dijo que si Él no hubiera venido ni les hubiera hablado, no tendrían culpa pecado, pero ahora no tienen excusa por su pecado?
Una dádiva u ofrenda no es un sacrificio.
Jesús dijo: 'Si hubierais comprendido qué quiere decir: "Misericordia quiero y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes'.
Entonces, si Dios no quería sacrificios, es que NO MANDÓ SACRIFICIOS. Las leyes de sacrificios son leyes de hombres.
Ud también sigue confundida. Parece que no leyó a qué se refirió Jesús cuando le dijo al sanado que hiciera "la dádiva que Moisés prescribió" (Mat.8:4). Se lo posteé para que viera a qué se refería ... Vuelvo a postearlo para que lo lea:
Lev.14:1 Y Jehová continuó hablando a Moisés, y dijo: 2 “Esta llegará a ser la ley del leproso en el día que se haya de verificar su purificación, cuando haya que llevarlo al sacerdote. 3 Y el sacerdote tiene que salir fuera del campamento, y el sacerdote tiene que mirar; y si la plaga de lepra ha sido curada en el leproso, 4 el sacerdote entonces tiene que dar órdenes; y él, para limpiarse, tiene que tomar dos pájaros vivos limpios, y madera de cedro, y fibra escarlata carmesí, e hisopo. 5 Y el sacerdote tiene que dar órdenes, y el primer pájaro tiene que ser muerto en una vasija de barro sobre agua corriente. 6 En cuanto al pájaro vivo, debe tomarlo, y la madera de cedro y la fibra escarlata carmesí y el hisopo, y tiene que mojar estos, y el pájaro vivo, en la sangre del pájaro que habrá sido muerto sobre el agua corriente. 7 Entonces tiene que salpicarla siete veces sobre el que está limpiándose de la lepra, y tiene que pronunciarlo limpio, y tiene que enviar el pájaro vivo sobre el campo abierto.
8 ”Y el que está limpiándose tiene que lavar sus prendas de vestir y afeitarse todo el pelo y bañarse en agua, y tiene que ser limpio, y después podrá entrar en el campamento. Y tiene que morar fuera de su tienda siete días. 9 Y tiene que suceder que al séptimo día debe afeitarse todo el pelo de su cabeza y de su barbilla y de sus cejas. Sí, debe afeitarse todo el pelo, y tiene que lavar sus prendas de vestir y bañar su carne en agua; y tiene que ser limpio.
10 ”Y al octavo día tomará dos carneros jóvenes sanos y una cordera sana, en su primer año, y tres décimos de efá de flor de harina como ofrenda de grano mojada ligeramente con aceite, y la medida de un log de aceite; 11 y el sacerdote que lo pronuncia limpio tiene que presentar al hombre que está limpiándose, y las cosas, delante de Jehová, a la entrada de la tienda de reunión. 12 Y el sacerdote tiene que tomar el primer carnero joven y ofrecerlo para ofrenda por la culpa junto con la medida de un log de aceite, y tiene que mecerlos de acá para allá como ofrenda mecida delante de Jehová. 13 Y tiene que degollar el carnero joven en el lugar donde regularmente se degüellan la ofrenda por el pecado y la ofrenda quemada, en un lugar santo, porque, igual que la ofrenda por el pecado, la ofrenda por la culpa pertenece al sacerdote. Es cosa santísima.
14 ”Y el sacerdote tiene que tomar parte de la sangre de la ofrenda por la culpa, y el sacerdote tiene que ponerla sobre el lóbulo de la oreja derecha del que está limpiándose, y sobre el dedo pulgar de su mano derecha, y sobre el dedo gordo de su pie derecho. 15 Y el sacerdote tiene que tomar parte de la medida de un log de aceite y derramarla sobre la palma de la mano izquierda del sacerdote. 16 Y el sacerdote tiene que mojar su dedo derecho en el aceite que está sobre la palma de su mano izquierda, y con su dedo tiene que salpicar parte del aceite siete veces delante de Jehová. 17 Y del resto del aceite que está sobre la palma de su mano el sacerdote pondrá parte sobre el lóbulo de la oreja derecha del que está limpiándose, y sobre el dedo pulgar de su mano derecha, y sobre el dedo gordo de su pie derecho, encima de la sangre de la ofrenda por la culpa. 18 Y lo restante del aceite que está sobre la palma de la mano del sacerdote él lo pondrá sobre la cabeza del que está limpiándose, y el sacerdote tiene que hacer expiación por él delante de Jehová.
19 ”Y el sacerdote tiene que sacrificar la ofrenda por el pecado y hacer expiación por el que está limpiándose de su impureza, y después degollará la ofrenda quemada. 20 Y el sacerdote tiene que ofrecer la ofrenda quemada y la ofrenda de grano sobre el altar, y el sacerdote tiene que hacer expiación por él; y él tiene que ser limpio.
21 ”Sin embargo, si es de condición humilde y no tiene medios suficientes, entonces tiene que tomar un carnero joven como ofrenda por la culpa para una ofrenda mecida para hacer expiación por él, y un décimo de efá de flor de harina mojada ligeramente con aceite como ofrenda de grano, y la medida de un log de aceite, 22 y dos tórtolas o dos pichones, según tenga los medios, y el primero tiene que servir de ofrenda por el pecado y el otro como ofrenda quemada. 23 Y al octavo día tiene que traerlos, para que se verifique su purificación, al sacerdote a la entrada de la tienda de reunión delante de Jehová.
ESTA es la dádiva a que se refirió Jesús. Cuando lea lo que prescribió Moisés, va a ver que se refiere a un sacrificio animal. Jesús habló de ello ... pero Ud dice que los sacrificios no son de Dios malinterpretando una cita ... Jesús le dijo al leproso sanado que hiciera un sacrificio animal prescrito en la Ley de Moisés ... Ud sabe más que Jesús?
2Tim.3:13 (...) los hombres inicuos e impostores avanzarán de mal en peor, extraviando y siendo extraviados.
Dan.11:33 Y tocante a los que tienen perspicacia entre el pueblo, impartirán entendimiento a los muchos. (...)
... 12:10 Muchos se limpiarán y se emblanquecerán y serán refinados. Y los inicuos ciertamente actuarán inicuamente, y absolutamente ningún inicuo entenderá; pero los que tengan perspicacia entenderán.
Jesús no dijo al hombre sanado que hiciera un sacrificio. Eso no está escrito en el Evangelio. Y eso de que Jesús cuando hablaba de una ofrenda se refiriera a un sacrificio, lo dices tú, que te crees que todo lo escrito en el Antiguo Testamento es palabra de Dios o inspirado por Dios. Jesús no dijo que Él se estuviera refiriendo a un sacrificio. Pero sí enseñó que Dios no quiere sacrificios:
Jesús dijo: 'Si hubierais comprendido qué quiere decir: "Misericordia quiero y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes'.
Si Dios no quería sacrificios, ¿cómo iba Jesús a mandar sacrificios?
Así es amigos Jesucristo también dijo:
"todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12)
Jesús también enseña los verdaderos mandamientos de la Ley de Dios que debemos guardar para entrar en la vida y que así nos dicen:
"Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Los misericordiosos mandamientos de Jesucristo, muy pocos los quieren guardar con amor, porque mandan NO MATARÁS y tener misericordia con todos... Prefieren a ""Pablo"" que justifica la esclavitud y la Ley de la espada...
Los mandamientos escritos en el Evangelio, que son los que Jesús mandó guardar, muchas religiones que se llaman a sí mismas cristianas no los enseñan ni mandan que se guarden, y eso combate contra la enseñanza del Evangelio. Los verdaderos cristianos deben ser fieles a lo que enseña el Evangelio.
Eli_
cito el texto de
(Mateo 8:4)
Entonces Jesús le dijo:
“Mira que no lo digas a nadie,
sino ve, muéstrate al sacerdote,
y ofrece la dádiva que Moisés prescribió,
para que les sirva de testimonio”.
Y le dijo al rico que guardara
los mandamientos escritos
a los que respondió que los obedecía
desde antes de que viniera Jesús a la tierra.
También vino a él un leproso,
y le suplicó hasta de rodillas, diciéndole:
“Si tan solo quieres, puedes limpiarme”.
41 Con esto, él se enterneció, y extendió la mano
y lo tocó, y le dijo: “Quiero. Sé limpio”.
42 E inmediatamente la lepra desapareció de él,
y quedó limpio. 43 Además, le dio órdenes estrictas
y en seguida lo despidió,
44 y le dijo: “Mira que no digas nada a nadie;
mas ve, muéstrate al sacerdote
y ofrece a favor de tu limpieza
las cosas que Moisés prescribió, para testimonio a ellos
MARCOS 1:40-44
En un principio, las disposiciones de la Ley
prescribían una ceremonia elaborada
que constaba de dos partes para que el leproso
que se había curado pudiese volver a la vida normal.
En la primera, el leproso ya sanado debía presentar
al sacerdote en las afueras del campamento
de Israel madera de cedro, fibra escarlata carmesí,
hisopo y dos aves. Luego se mataba a uno de los
pájaros sobre agua corriente, y su sangre tenía
que recogerse en una vasija de barro, donde se
sumergía el cedro, la fibra escarlata, el hisopo y
el pájaro vivo; después el sacerdote salpicaba
al leproso sanado siete veces con esta sangre,
y el ave era liberada. Una vez que se declaraba
limpia a la persona enferma, tenía que afeitarse,
bañarse, lavar sus prendas de vestir y entrar en el
campamento, pero debía permanecer fuera de su tienda
durante siete días. En el séptimo día tenía que
afeitarse de nuevo, incluso las cejas.
Al día siguiente debía llevar dos carneros
y una cordera de menos de un año junto
con un poco de harina y aceite como
ofrenda por la culpa, ofrenda por el pecado,
ofrenda quemada y ofrenda de grano.
La ofrenda por la culpa
—que consistía en un carnero y aceite—
la ofrecía el sacerdote en primer lugar como
ofrenda mecida ante Jehová, y a continuación
degollaba al carnero; luego ponía algo
de esta sangre en el lóbulo de la oreja derecha,
el dedo pulgar de la mano derecha y el dedo gordo
del pie derecho del que había sido limpiado.
Con el aceite se seguía un procedimiento similar:
se añadía un poco de aceite a la sangre aplicada,
y después se salpicaba siete veces un poco
de aceite ante Jehová, y lo que restaba se
vertía sobre la cabeza del que había sido limpiado.
A continuación el sacerdote ofrecía el sacrificio quemado,
el sacrificio de grano y el sacrificio por la culpa,
hacía expiación por él y lo declaraba curado.
Si la persona sanada carecía de medios,
podía ofrecer dos tórtolas o dos pichones
en lugar de la cordera y uno de los carneros
para la ofrenda por el pecado y la ofrenda quemada. (Le 14:1-32.)