Y es interesante que, finalmente, todos concuerdan que debemos seguir el Mensaje de Jesús, que es lo que menos hacemos.
Hay una consecuencia práctica malsana, sin embargo, de creer que Jesús es Dios...y es rechazar o minimizar a todos los otros Enviados de Dios, anteriores o posteriores a Jesús.
Estos cristianos, al interactuar con personas de otras religiones reveladas, tienden a decirse a sí mismos (o inclusive a su interlocutor) algo así como:
"Mi Jesús resucitó. Tu Buda no. Mi Jesús está sentado a la derecha del Padre. Tu Mohammed no. Mi Jesús creó el Cielo y la Tierra. Tu Moisés no.
Las Palabras de mi Jesús son eternas. Las de tu Baháullah no."