Hola Efraim. un gusto tambien saludarte de vuelta, amigo. Perdona la larga ausencia.
A mí me emociona profundamente Escuchar la Hativka, en cualquiera de sus innumerables versiones. Aquí te pongo una de las que me gusta más por un coro ruso.
A quién podría dejar indiferente esta poderoso recordatorio del amor De Dios por Israel y por toda la humanidad?