Como prevenir la violencia de género

Educar a los niños y niñas, desde las edades más tempranas, en una cultura centrada en la resolución pacífica de conflictos, fomentar la empatía y desarrollar una autoestima equilibrada, son principios que favorecen la desaparición de los perjuicios de género que se dan ya desde la escuela.

Eliminar al máximo los estereotipos transmitidos por la cultura patriarcal; por lo tanto, enseñar a ‘ser persona’ en lugar de enseñar a "ser hombre" o a "ser mujer" y así desterrar mitos como que la agresividad es un rasgo masculino, o por el contrario, la sumisión, el silencio, la obediencia… son rasgos femeninos, son objetivos de la coeducación.

Además, se debe:

Evitar todo menosprecio hacia aquellos chicos u hombres que no se adaptan al modelo de masculinidad dominante.

Evitar todo menosprecio hacia aquellas chicas o mujeres que no se acomodan al modelo de feminidad dominante.

Enseñarles a los niños y a los hombres a incorporar en sus vidas las vivencias y expresión de los propios sentimientos y emociones que enriquecen sus relaciones personales y así favorecer la resolución de conflictos sin recurrir a comportamientos violentos, por medio del diálogo, el acuerdo, la negociación…

Desarrollar una buena autoestima que capacite a niñas y niños para adoptar una actitud resuelta ante la venida y sus desafíos, asumir responsabilidades y enfrentarse con seguridad a los problemas.

Por que a tantas mujeres le resulta difícil salir de una situación de violencia de género

El maltrato es un proceso cíclico que se inicia poco a poco, como un goteo de pequeños episodios que parecen insignificantes pero que no lo son.

El ciclo comienza con una primera fase de Acumulación de la tensión (agresiones verbales y psíquicas) en la que la víctima va percibiendo como el agresor va volviéndose más susceptible, respondiendo con más agresividad y encontrando motivos de conflicto en cada situación.

Una segunda fase supone el Estallido de la tensión, en la que la violencia se vuelve más virulenta, dando cabida a la agresión física.

En la tercera fase, denominada Luna de Miel o Arrepentimento, el agresor pide disculpas a la víctima, y trata de mostrar su arrepentimento. Esta fase se va reduciendo con el tiempo, siendo cada vez más breve hasta desaparecer.

Este ciclo, en el que al castigo (agresión) le sigue el episodio de arrepentimento ("no volverá a ocurrir", "todo cambiará"...) alimenta la ilusión del cambio. Esto pode ayudar a explicar la continuidad de la relación por parte de la mujer en los primeros momentos de la misma. Al mismo tiempo que el agresor muestra su arrepentimento, puede ocurrir que simultaneamente excuse su conducta culpabilizando a la víctima (si tu no hubieras hecho ... yo no lo haría ) de modo que la mujer acaba dudando de cualquier cosa que hace o piensa; en definitiva, acaba dudando de ella misma.

No es verdad que...

-A las mujeres le gusta el abuso sino marcharían.
-El maltrato a las mujeres es algo raro y aislado.
-Sucede en familias de bajos ingresos y etnias.
-No hay manera de romper con las relaciones abusivas.
-Hombres adictos a las drogas, parados, con estrés en el trabajo… son violentos como efecto de su situación personal.
-La violencia dentro de la casa es un asunto de la familia que no debe de salir del entorno.
-Cuando una mujer dice ‘no’ quiere decir ‘sí’.
-Los hombres son de naturaleza violenta.
-El hombre maltrata porque es un enfermo o un loco.
-Maltratan porque pierden el control.
-Los hombres maltratadores lo hacen por consecuencia de haber sufrido malos tratos en la infancia.

Tratamiento para la recuperación de las vitimas

Es habitual que hasta que la mujer tome la decisión definitiva de salir de una relación violenta, pase por un período de reflexión e incluso manifieste varios intentos. Durante este proceso quizás ya solicite ayuda terapéutica, o no.

A partir de su decisión de romper con la situación de violencia, el apoyo psicológico se centrará en varios aspectos, partiendo siempre de una valoración previa de las necesidades y demandas particulares de cada mujer. Determinadas cuáles son las secuelas concretas producto de la situación vivida, se evaluará su dimensión y se graduará para establecer una orden para el tratamiento.

Algunas de las intervenciones más habituales y básicas para su recuperación son:

Información sobre la violencia de género, causas, origen, mitos, etc.
Reducción de la activación y de la ansiedad en las formas en que se manifieste (insomnio, agorafobia, crisis de pánico, etc).
Fomento de la autonomía, tanto a nivel psicológico, a través de un cambio de ideas distorsionadas sobre ella misma y el mundo, como a nivel social, económico, etc, orientándola en la búsqueda de empleo, recuperando apoyos sociales y familiares...

Consejos ante una situación de maltrato

Recuerda que ninguna mujer debe permanecer en una relación en la que no se sienta respetada como persona ni se le reconozca como igual.

Puedes buscar ayuda en los Centros de Información a las Mujeres y asociaciones especializadas que te informarán y apoyarán en las actuaciones que debes llevar a cabo.

Si aún no tomaste la decisión de salir de la situación de violencia o si ya lo decidiste pero aún convives con el agresor, conviene que sigas algunos consejos para reducir el peligro de posibles agresiones y para actuar en caso de que se produzca un nuevo episodio violento.

(El artículo continúa pero con recomendaciones más específicas sobre qué hacer -específicamente en Galicia- frente a una situación de peligro, el que quiera lo puede seguir leyendo en el Sitio): http://igualdade.xunta.gal/es/conten...ncia-de-genero