Tomar la parte por el todo implica no ver la realidad, pues la Navidad es una festividad maravillosa que exalta lo mejor
del ser humano que es su capacidad de amar. Da lugar a celebraciones familiares, a reencuentros con amigos, a la alegría,
a la exaltación del espíritu, a la realización de obras de caridad, a salutaciones de todo tipo.
Las personas egoistas se enfrentan a sus mezquindades y malos procederes, lo que es una oportunidad para rectificar las
conductas que hieren a nuestros semejantes y que, en definitiva, terminan volviéndose en contra de quienes lastiman por
odio, rencor, envidia, revancha, etc.
En Navidad se celebra el nacimiento de Jesús, quien fue capaz de enseñar a amar. iEs muy lamentable que haya quienes
se dicen cristianos y que no ponen en práctica sus enseñanzas, con lo cual muestran una gran hipocresía!
.