Oops, parece que no va a contestar a eso ...
Bueno, de todos modos, mientras meditas en el asunto te voy a explicar algo:
lo que sucede con Miguel es exactamente lo mismo que sucede con Jesús: es como esas fotos donde retocas y tienes la opción de ver el antes y el después del retoque.
Mira: Miguel tiene un antes y un después:
en el antes, Miguel es uno de los príncipes prominentes (Dan.10:13), y uno que se limita a decir al Diablo "que Jehová te reprenda" (Jud.9)
y un después: en que se nombra no como "uno de" los prominentes, sino como "el Gran Príncipe" (Dan.12:1) y que ya no solo reprende al Diablo en el nombre de Jehová, sino uno que batalla con él en los cielos y lo vence y lo lanza hacia a bajo (Rev.12:7-12).
Si te pones a analizar el antes y el después de Jesucristo tal como lo describe la Biblia, verías que se dá el mismo salto. Esa es la explicación que ya se ha dado antes ... quizás ahora un poquito más clara. El antes y el después están marcados en la vida humana de Jesús y su ensalzamiento después de ascender y ser glorificado.
2Tim.3:13 (...) los hombres inicuos e impostores avanzarán de mal en peor, extraviando y siendo extraviados.
Dan.11:33 Y tocante a los que tienen perspicacia entre el pueblo, impartirán entendimiento a los muchos. (...)
... 12:10 Muchos se limpiarán y se emblanquecerán y serán refinados. Y los inicuos ciertamente actuarán inicuamente, y absolutamente ningún inicuo entenderá; pero los que tengan perspicacia entenderán.