En cada frase escribes varias veces que Dios es discriminador, lo repites una y otra vez, pero lo único que reflejas es tu grito de desesperación diciendo, "¡¡ Dios aceptame tal y como soy, quiero conocerte!!"
Te lo digo desde ya, Dios está a la puerta y claro que te ama y claro que te está llamando, aun y cuando te sientes relegada, Él está ahí muy cerca de ti, esperando que directamente le digas, hablame !! Está tan cerca de ti, que lo piensas a cada instante, pero tu ego aun no te ha dejado abrir tu corazón. No temas, Él te ha estado esperando.