Los ricos hacen lo que les agrada para acumular mas riquezas, y los que hacen lo que les agrada no trabajan, porque nadie les obliga a hacer trabajos insoportables... solo se distraen en sus codicias... Los pobres en cambio tienen que hacer siempre trabajos insoportables solo para poder malcomer...
Así que dejate ya de cuentos, porque ya somos mayorcitos, y Dios nos ha dado el conocimiento y las experiencias necesarias para que nadie nos engañe... Dos y dos son cuatro, es bien sencillo... a Dios nadie le puede engañar...
Los ricos que dominan en esas compañías no trabajan, y se distraen mandando trabajar a los pobres...¿Tú no conoces a ninguno?
Si no es así, podría ayudarte salir a la calle, visitar las compañías, las fábricas, los comercios de tu localidad.
JA, JA, JA... EL CUENTO DE CAPERUCITA Y EL LOBO... No merece hacer comentarios a esto que dices... Ya nos conocemos...Podría ayudarte observar a los ricos: a qué horas se levantan por la mañana, a qué horas se acuestan, qué tipo de dificultades tienen que vencer todos los días, a qué peligros se enfrentan.
Los ricos no viven el Evangelio... Pues los que realmente viven el Evangelio reparten todo lo que tienen entre los pobres como manda Jesucristo:En fin, podría venirte bien observar con plena atención, para que te des cuenta que existen ricos malvados y ricos virtuosos.
Ricos que se oponen al Evangelio y ricos que viven el Evangelio.
Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico. Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios." (Lucas 18:18-25)