Me quejo de que el aire está tan denso que no puedes mover tus piernas ni tus brazos. El menor esfuerzo te hace doler la cabeza y cerrar los ojos. Temes soltarte o no hacer pie y caer hundiéndote en el abismo.
Me quejo de que el aire está tan denso que no puedes mover tus piernas ni tus brazos. El menor esfuerzo te hace doler la cabeza y cerrar los ojos. Temes soltarte o no hacer pie y caer hundiéndote en el abismo.