
Iniciado por
Porque25
Estás pasado de rosca, pues Jesucristo dijo que todo pecado sería perdonado. Sólo la blasfemia contra el Espíritu Santo no será perdonada.
Entonces, todos los demás pecados serán perdonados. Y un pecado es decir que la fornicación y el adulterio son las relaciones fuera del matrimonio, porque eso no está escrito en el Evangelio, y toda ley que no es del Evangelio y que se impone como si fuera Ley de Dios, esa es la fornicación y el adulterio.
Fornicación y adulterio es querer anular la verdadera Ley de Dios, que es la que Jesucristo enseña en el Evangelio, para poner en su lugar los preceptos de los hombres escritos en el viejo testamento judío o en las cartas atribuidas a Pablo que fueron torcidas por los indoctos. La Ley de Dios es la que Jesucristo enseña en el Evangelio. Las cartas atribuidas a Pablo mandan muchos preceptos que no son de Dios.
Jesucristo LIBRÓ a las mujeres judías de LAS LEYES DE SUS MARIDOS JUDÍOS. Pero veamos lo que nos dice nuestro amigo JNisi7:
Hola amigos. Esto que dice esta carta atribuida a Pablo no guarda lo que manda Jesucristo en el Evangelio, pues cuando Jesucristo predicó el Evangelio, abolió las leyes de todos aquellos maridos judíos que aún vivían y que imponían las leyes de matar a pedradas a las mujeres acusadas de adulterio.
Jesucristo, antes de que aquellos maridos murieran, libró a las mujeres casadas de aquellas leyes de muerte que tenían los maridos... Entonces, debéis comprender vuestra equivocación para que no sigáis enseñando cosas tan nefastas como las que enseñáis. Los judíos seguían muchos preceptos que no eran de la verdadera Ley de Dios.
Jesucristo así les dijo a aquellos judíos que imponían a sus mujeres las leyes de tenerlas de esclavas y de matarlas a pedradas cuando eran acusadas de adulterio:
"El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio"......... (Juan 8:1-11).
Como podemos ver, las mujeres judías quedaron libres de las leyes de sus maridos porque aquellas leyes de matar a pedradas a las mujeres acusadas de adulterio no eran leyes de Dios.
Y en cuanto a las cartas de Pablo, que vosotros siempre las ponéis por encima del Evangelio (para anular los mandamientos del Evangelio), así dice el apóstol Pedro de ellas:
"...Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición. Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo". (2ª Pedro 3:15-18
Como puedes ver, el apóstol Pedro te dice que si no quieres ser confundido por las cartas torcidas de Pablo, que crezcas en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Esto es lo que dejó escrito Pedro sobre las cartas de Pablo, que los indoctos las torcían y por eso debemos crecer en el conocimiento de Nuestro Señor Jesucristo, esto es, el Evangelio... Y el mismo Pablo, sintiendo que sus cartas podían ser torcidas o mal interpretadas para predicar cosas contrarias al Evangelio, también nos dice:
"Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema". (Gálatas 1:6-9).
Pablo también nos avisa que tengamos cuidado con las cartas atribuidas a él:
"no os alborotéis tan fácilmente, perdiendo el buen sentido, ni os alarméis con motivo de ciertas inspiraciones o afirmaciones ni por carta como si fuera nuestra..... Nadie os engañe en ninguna manera".(2ª Tesalonicenses 2:2-3).
....