Algo que es innegable desde el punto de vista bíblico son estas dos cosas que menciono antes y ahora coloco de forma conjunta:

1) el alma de Jesús estuvo en el Hades. Sí, en ese lugar que algunas traducciones de la Biblia llaman "infierno":

Hech.2:31 (David)  vio de antemano y habló respecto a la resurrección del Cristo, que ni fue abandonado en el Hades ni su carne vio corrupción. 32 A este Jesús lo resucitó Dios, del cual hecho todos nosotros somos testigos.

2) la estancia de Jesús en el Hades no fue de felicidad, sino que estaba siendo "retenido" como consecuencia de su muerte:

Hech.2:24 Pero Dios lo resucitó desatando los dolores de la muerte, porque no era posible que él continuara retenido por ella.

Entonces qué es ese Hades y qué fue el alma de Jesús en ese lugar?

Les pongo otro lugar de ese tipo que se menciona en la Biblia: el lago de fuego, que en ocasiones se llama también como Gehenna. Vean lo que dice Revelación sobre el lago de fuego:

Rev.20:14 Y la muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esto significa la muerte segunda: el lago de fuego.

A poner la mente a analizar un poco las cosas que se dicen: si el alma de Jesús estuvo en el Hades hasta que fue resucitado (Hech.2:31,32), siendo que no se dice nada bueno de ese lugar mientras él estuvo allí (Hech.2:24), y al final de la jornada, ese mismísimo lugar es echado en otro lugar que tiene otro nombre (Rev.20:14) ... entonces de qué clase de lugares estamos hablando?

Una pista:

Rom.4:16 A causa de esto fue como resultado de fe, para que sea según bondad inmerecida, a fin de que la promesa le sea segura a toda su descendencia, no solo a la que se adhiere a la Ley, sino también a la que se adhiere a la fe de Abrahán. (Él es el padre de todos nosotros, 17 así como está escrito: “Te he nombrado padre de muchas naciones”.) Esto fue a vista de Aquel en quien tenía fe, sí, de Dios, que vivifica a los muertos y llama las cosas que no son como si fueran. 18 Aunque más allá de toda esperanza, basado todavía en esperanza tuvo fe, para llegar a ser padre de muchas naciones conforme a lo que se había dicho: “Así será tu descendencia”.