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KIMO
Jesús manifestó claramente la superioridad de su Padre cuando la madre de dos discípulos pidió que sus hijos se sentaran uno a la derecha y el otro a la izquierda de Jesús cuando él entrara en su Reino. Jesús contestó: "Sentarse a mi derecha y a mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado por mi Padre", es decir, Dios.
(Mateo 20:23.)
Si Jesús hubiera sido el Dios Todopoderoso, podría haber dado aquellos puestos. Pero Jesús no podía darlos, porque le tocaba a Dios darlos, y Jesús no era Dios