Un gobernante joven vino a Jesús y le preguntó: “¿Haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?”.

Jesús lo dirigió a la Ley de Moises dada por Jehova, la misma que ustedes dicen que esta contaminada por preceptos de hombres, mostrándole así que Jehová no había dejado de indicar lo que se requería.


El hombre le contestó que había guardado los mandamientos de Dios ‘desde su juventud’